7 de mayo de 2022

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7 de marzo de 2022

Un manifiesto joven

Salvedades hechas sobre el lugar que uno ocupa y los múltiples lugares de los que uno este ausente

No negociaré con la posmodernindad

Me sentiré desgraciado, dolido y tendré una vejez maltrecha si así ocurren las cosas

No voltearé los sentidos de la verdad para establecer una armonía que les resulte comoda

No seré un traidor de los de mi clase

 

Me detendré en cada una de mis dichas

Como no puedo negar mis desgracias, tampoco puedo negar los momentos expansivos

Los momentos donde se alcanzan las estrellas y los planetas

Los momentos en los cuáles el espacio y el tiempo hacen parte de mí tanto como yo de ellos

La verdad es el terreno sobre el cuál crecerá el árbol privilegiado del cual brotan las hojas de victoria

 

Mis apuestas no serán endebles

Mis apuestas serán por todo lo que me corresponde

Lo que me queda justo


Esto no puede encontrarse en las trincheras de la muerte, la mezquindad y la desidia

No encontraré mi justicia en el miedo que inspira las sucesivas tormentas


¿Me buscas? Estaré enfrente del mar, mi mirada en las estrellas y mis pies en la arena todavía caliente de la playa

Estaré perdido entre las hojas de una enciclopedia

Navegaré las aguas de las ficciones osadas

O estaré delimitando los contornos del siempre elusivo tejido social

Exploraré los hilos que nos unen y que nos separan


Todo esto lo reclamo y reclamaré siempre

Las trampas fantasiosas de los jinetes de la muerte no singnificarán nada para mí

Mi lugar en el mundo no es un hecho a ser cuestionado

No, es una fuente de la que emergen aguas que conducen a la cuenca de la existencia auténtica

Tanto como los mejores lo han hecho antes

26 de febrero de 2022

Sobre la realización del futuro no posible y el potencial del potencial o sobre el aborto

Los silencios macabros que guardamos cuando deberíamos hablar son un obstrucción de la vida. Confío en que son posibles discursos más justos y bellos en la república del desamor, además, escribo con el ánimo de no permenacer en silencio, pintado en la pared. Esto porque los asuntos públicos nos hablan pero usualmente nos encontramos en una posición desde la cual no respondemos. Por consiguiente, es cada vez más difícil asumir cualquier responsabilidad en nuestra sociedad.

La vida es potencia y realización. Como potencia, tenemos capacidades que determinan los acontecimientos que nos acaecen. Como realización, somos el final de toda la retórica cuando percibimos el presente, los sonidos, la luz y los movimientos que nos rodean y percibimos que somos una pieza de todo esto, que pertenecemos a este conjunto, algo que no podemos negar. La potencia se requiere en cualquier realización pero no toda potencia termina en realización. También es cierto que los humanos necesitamos un sustento o sustrato biológico, mental y espiritual que nos posiciona en el espacio y en el tiempo. 

El aborto (interrupción voluntaria del embarazo) dentro de un tiempo prudente de gestación no atenta contra la capacidad general de crear vida de un individuo o de la sociedad. La vehemente defensa de la vida, es la defensa de la potencia de generar vida y de la realización de estar vivos. En ese sentido, la defensa del amor es inevitable. El amor que es traicionado en los engaños, el amor que es botado a la basura y los profundos desencuentros que planeamos con tanta frialdad son los verdaderos traumas que dañan nuestra capacidad general para crear vida.

Que tengamos muchos deseos de ser generosos y aceptar que la vida está en el espacio solitario y frío que separa las estrellas o aceptar que la vida no necesita el nacimiento, la concepción o del amor para surgir, no hace que eso sea cierto. Una célula sexual fecundada de una mujer y sus posteriores desarrollos hasta la semana 24 de un proceso de gestación se encuentra en un estado donde no es probable la realización de un nacimiento para la vida, es más probable el nacimiento para la muerte según los medios científicos citados en la Sentencia C-055-22 de la Corte Constitucional de Colombia. Pero esta materia llena de vida tiene el potencial del nacimiento de una manera más contundente que los profundos desencuentros planeados, de los engaños y de todo los obstáculos creados al proceso que conduce a la maternidad y paternidad en los humanos.

Así una interrupción del proceso de gestación en ese periodo de tiempo evita la realización del potencial de la potencia, es decir, del nacimiento potencial y probable que se adquiere una vez ha transcurrido el tiempo suficiente, a favor de la realización actual de un futuro no posible, a favor de lo que sería un nacimiento para la muerte, a favor de un truncamiento de las posibilidades que todavía no han ocurrido.

Las ideologías cambian los elementos de la existencia de lugar, por ejemplo, haciendo pasar A por B y B por A. Es distinto lo que es de lo que puede llegar a ser. Así como es indefendible la persecución de delitos que no se han cometido en personas que plausiblemente los ejecutarán en el futuro según un marco de referencia, tampoco cabe señalar que lo que existe solo en potencia de potencia en el cuerpo de una mujer ya se ha realizado como verdad irrefutable, como un ser vivo o ser humano. El ser humano como realización que carga con esa potencia de potencia es el ser que le corresponde la autonomía posible de decidir el futuro de su cuerpo y de su vida.

Necesitamos nacimientos para la vida, sobretodo para la vida llena de amor y de significado espiritual y trascendental. También saber que la maternidad y la partenidad no son los únicos medios de encauzar la reproducción de la vida. También ser conscientes de los retos y dificultades que nos impone la reproducción de los medios materiales que sostienen a la vida, que nuestras realizaciones del potencial que tenemos implican el truncamiento de las posibilidades del futuro y que este truncamiento no nos sucede igual a todos sino que depende de nuestra posición en el espacio social. Esto no es posible si no nos aplicamos al descubrimiento de la verdad. La verdad según la cuál nuestra aventura por la existencia es incierta e imperfecta y que a veces es posible echar para atrás y desandar el camino con el fin de encontrar propósitos superiores, este es uno de esos casos.



13 de febrero de 2022

¿Somos los fantasmas de este pueblo?

El nombre de cada persona, ficción o no, carga con la idea de que somos distintos y un nombre necesitamos, no vaya a ser, que nos confundan con otros

De otra manera, sin nombres, andaríamos el universo como animales inmortales
La muerte de uno, un suceso pronto olvidado, porque no se pierde nada
Más nacerán con los sueños llenos de luz y movimiento, con la desolación indescriptible de la existencia y el anhelo por el espacio frío y tranquilo entre las estrellas. Pertenecemos, así, no a los días ni a los año sino a la inmensa escala del tiempo que acapara los asuntos de la evolución y la geología. 

Cualquiera de las dos situaciones en la que estemos tiene su tragedia
¿Cómo enfrentar la carga de ser únicos e irrepetibles, esa responsabilidad con el universo y nuestra alma, como es posible la comunicación con los otros? Mientras que en el segundo escenario
¿Importa la vida de una persona cuando no es más que un grano de arena igual a otros que fueron, que son y que van a ser?

Creo que es lo primero. Somos los fantasmas y los extraños de la Tierra, quizá, del sistema solar
Ninguna otra cosa en nuestro universo cercano asume que tiene un nombre y lo luce tanto como nosotros

Somos los que pasan
La ola que se choca en la playa dura más
Porque es la misma ola desde el inicio del tiempo
Porque es la misma ola de esta playa y de todas las playas 
Pero nada es como nosotros

Las rocas abarcan la vastedad del tiempo
La fauna y flora propia de una pedazo de la Tierra obedecen a un reloj distante al nuestro
El tiempo de las hojas de hierba, de los árboles de mango, del río, de la montaña o del calamar abisal no nos son propios

Ajenos, visitantes esporádicos, turistas de último momento, somos nosotros

Una nube no carga nombre
Nosotros, en cambio, vemos universos surgir en nuestra mente sólo para verlos decaer en silencio en ruinas mientras las nubes pasan indiferentes

La desolación de no repetirnos
Los únicos testigos de maravillas que ocurren una vez para siempre
El nacimiento y la muerte de alta frecuencia
Nuestra escala de tiempo llena de sucesos los días y los años pero en esa misión no nos acompañan

Así como el que hace su vida pasando de rapidez por un pueblo y otro, permanece viajando y solo alcanza a ver por la ventanilla que ha llegado a otro pueblo más cuyo nombre desconoce y del que pronto habrá de partir, tiene un experiencia del mundo distinta de aquel que vive en el mismo pueblo toda su vida, los humanos no vemos el otro lado del mundo sino que somos destellos de luces que inventan su propio idioma para solo verlo decaer en el fondo indiferente de las otras escalas o esferas del tiempo, mientras existen los otros, esos que no son fantasmas, esos que han vivido toda su vida en el mismo pueblo y del cual no han salido nunca.


Mompox, Colombia, de Frederic Edwin Church, mayo de 1853




3 de enero de 2022

El turismo de larga distancia y las películas o sobre la importancia de la televisión

Mientras me volvía a ver con sentido de culpa Harry Potter y el misterio del príncipe en los primeros días del 2022, me preguntaba qué buscaba en las películas. Creo que la respuesta es la misma a la pregunta sobre explicaciones del deseo del turismo de larga distancia. Esta alegre coincidencia me motivó a escribir al respecto.

Un grupo minoritario pero cada vez más grande de la población tiene un oficio que puede desempeñarse desde la casa a través de un ordenador o computador que se facilita con la asistencia del celular y otros dispositivos auxiliares. Esta posibilidad surge por una amplia gama de factores, el que me interesa tiene que ver con que los medios para desempeñar un oficio carecen de materialidad entendida llanamente como masa o materia física. Los oficios transforman documentos que son archivos en el computador que tienen una materialidad mucho más liviana que el carpintero con la madera o los profesionales de los motores cuando ajustan las amplitudes de los conductos de las máquinas a una versión más óptima lejos del desgaste que produce el uso. Estos oficios no cargan con la materialidad a la que se enfrentan las personas en una sala de cirugía, un policía atendiendo un evento en el espacio público o un técnico en una línea eléctrica de alta tensión.

Mi especulación me dice que la liviandad de estas cosas nos lanza al deseo de encontrar espacios donde lo material se vuelva lo protagonista. Por ejemplo, si uno planea un viaje a Madrid desde el Nuevo Mundo, hoy en día es posible recopilar una gran cantidad de información sobre Madrid sin pisar la ciudad. Uno de las mayores atracciones es el Museo Nacional del Prado que tiene un excelente sitio web acompañado de redes sociales como Facebook o Instagram donde hacen transmisiones en directo sobre distintas obras. Uno desde el computador en el Nuevo Mundo es posible navegar muchas de las obras de pinturas expuestas en el Prado, entre esas, Familia Gitana de Juan de Echavarría: es posible descargar la imagen a todo color, consultar la ficha técnica, un texto breve sobre la obra y sobre el autor para luego, si se cuenta con el tiempo, seguir buscando información en toda la web sobre los gitanos hasta verse las cinco temporadas disponibles de Peaky Blinders en Netflix.

Nos vemos obligados a enfrentar así un mundo multimedia donde el espacio físico, la presencialidad como dicen algunos, es otro medio más de una bandada diversa de opciones para explorar el mundo que nos rodea. En la visita a Madrid parece contraproducente pararse en el Prado a leer fichas técnicas y textos en sala cuando este contenido está disponible de forma remota. Por lo que nos vemos impelidos a no solo planear el viaje a Madrid sino también viajar a través de medios no físicos a Madrid previamente con el objetivo de poder mejorar nuestra experiencia. Tenemos que aprender el mapa de Madrid, las estaciones del metro, podemos leer noticias de la ciudad e incluso participar en foros de debate político en Internet. De esta manera, ¿qué queda de Madrid luego de destilar todo lo que podemos experimentar de Madrid a través de libros, Internet, sonidos, imágenes, vídeos y textos?

Creo que no obtendré la respuesta hasta que haga el penoso viaje a Madrid. Pero lo cierto es que tal vez me encuentre apreciando las bellas calles y los edificios planeados con cuidado de Madrid mientras escucho la cadencia al hablar de las personas que caminen cerca de mí y tengan un interlocutor o una llamada. Similarmente, la materialidad de las películas de Harry Potter despliegan un espectáculo fascinante de arquitectura, ropa, música y efectos especiales, porque la magia se aplica en primer orden a los objetos, no son una transformación estructural de las leyes físicas o de las relaciones sociales entre las personas. Uno para poder pensar en Harry Potter o tratar de armar una trama que vaya más allá de lo inmediato se necesita ponerle pausa a la película. Las películas son una, de las pocas competencias, a la presencia física. Elevan tanto el ritmo que si necesitamos planear un viaje a Madrid deberíamos simular que estamos programando el transcurso de una película, algunos dirían incluso que su medios de transmisión estarían en las redes sociales, eso sí acompañados del imperativo de tener un buen celular.

De hecho, si se quiere hacer el viaje artesanal, con redes sociales y celulares apagados, y espontáneo, sin mucha planeación, "abiertos al descubrimiento" estaremos en el grupo de los reaccionarios, es probable que esta sea una opción apetecida como acto de que: otro mundo es posible todavía somos libres y no tenemos que sacar una película nueva siempre que tengamos tiempo de ocio. El viaje artesanal solo subraya la omnipresencia de la súper-especialización del tiempo de ocio a donde hemos llegado por la amplitud de las opciones multimedias. 

El viaje artesanal es una opción auténtica solo si reconocemos lo artificioso de las películas, precisamente si reconocemos su contenido de fantasía. Tal vez obtendremos mayor satisfacción en un punto intermedio, lo cierto es que no podemos competir con las grandes directores o las súper-producciones de los gigantes conglomerados de la televisión. No podemos competir con la multimedia disponible y, en verdad, no es lo que necesitamos, a menos que estemos interesados en una experiencia estimulante llena de cafeína y aventura. 

Los viajes con altas cantidades de cafeína, que les compiten a las películas, los relaciono con la propiedad de la larga distancia, entre más lejos este nuestro destino en términos físicos hay una mayor promesa implícita de sumergirnos en una sofisticada experiencia que nos diferencie de nuestros pares, una forma también de comprar una memoria que podamos atesorar y con la cual entretenernos después. 

Podemos armarnos la película en nuestra mente del viaje a Madrid, pero necesitamos ir a Madrid para recuperar el vital elemento de la materialidad de sentir la cercanía de los edificios, el espacio público y las personas. Pero ¿por qué no deambular por las zonas que se puedan caminar más cercanas de nuestro barrio o ciudad? ¿por qué tiene que ser tan lejos y tan caro? Esto puede tener que ver con un incremento en el ingreso de grupos poblacionales, es decir, tienen los recursos que antes no estaban disponibles, pero esto aunque es condición necesaria no es suficiente para gastar el dinero en turismo de larga distancia en vez de otros bienes de ocio como los libros. 

Creo que la explicación transcurre en porque ahora cargamos con la ultra-especialización del tiempo, en nuestros oficios no tenemos trabajo de campo, carecemos de un contacto cercano con la realidad que es transformada a través de los cientos de papeles que producimos. Así, una parte del tiempo se especializa en un mundo virtual, mientras que otra parte esta el ocio inflado con cafeína donde necesitamos la materialidad que nos niega la virtualidad. Las opciones intermedias entre estos dos momentos se hacen cada vez más escasas. Cuando tenemos el tiempo para abordar la materialidad de la vida en la tierra le metemos cafeína, proteína y anabólicos; nos especializamos y terminados boca abajo en el otro lado de la tierra, después de haber quemado mucho combustible fósil, rodeados de personas que utilizan símbolos en sus comunicaciones que no entendemos y no queremos entender porque eso implicaría estudiar su historia con detenimiento y con un tiempo que no tenemos, de hecho entender es lo que menos queremos porque el estudio por fuera de un laboratorio no suele tener mucha materialidad. 

Lo que sí tenemos parados boca abajo en el otro lado de la tierra es la inmediatez de las películas, captamos colores, masas, pesos, texturas y movimiento; nos  estremecemos por los movimientos del viento, los gestos amables de los extraños, los colores del atardecer y un mundo nuevo. Todo a lo que la televisión se acerca y nos promete en la sala de la casa, pero con su otra mitad complementaria que carga con el peso que tienen las cosas en la Tierra.

Paul Gauguin. Bathing, Dieppe



Una isla del Caribe

Una isla del Caribe para que Botero aprenda cómo es

Pa' qué no tenga que ir a Tahití a perseguir a Gauguin

Una isla del Caribe para el mareo de la eternidad que provoca las olas en los recién llegados de los viejos continentes

Una isla casi sin mapa, casi sin nombre

Una isla sin divisiones políticas administrativas

Una isla del Caribe para los encuentros fortuitos que no se repiten

O de los que duran toda la vida

Una isla del Caribe para que la sueca Lisbeth Salander arregle el mundo desde su ordenador

Una isla del Caribe para olvidar dormir a causa de los porros, las puyas y los fandangos




13 de junio de 2021

El tiempo es un cuarto de espejos que nos permite repetirnos una y otra vez

La naturaleza de la vida no la podemos captar en su completitud, eso no quiere decir que la vida sea más grande que nosotros, sino que nuestras herramientas son limitadas. Tampoco captamos nuestro ser en un solo momento del tiempo, tal vez el tiempo está ahí para alcanzar a recorrer una mayor extensión del terreno de la existencia, tiempo en ese sentido es la oportunidad continua para poder recorrer más y poder ensamblar las piezas con el poder de la memoria y la cognición.

El tiempo también parece clave para fortalecer nuestras sencillas maneras de actuar, aunque los problemas se puedan captar en corto tiempo como una extensión inconmesurable, nuestro actuar no se percibe en un corto tiempo como incomensurable, nuestras maneras de acción son sencillas, listar las soluciones, ordenarlas según algún criterio, procurar que los medios para alcanzar las soluciones sean los menos costosos posibles, reducir la incertidumbre, reducir los riesgos, acumular recursos para el futuro y actuar ante las contingencias con un plan debajo del brazo. Para abordar los problemas que nos trascienden, tenemos poco, tenemos solo 24 horas, y tenemos que hacer otras muchas cosas, y nos quedamos sin tiempo. Sin embargo, la combinación de nuestras maneras de actuar sencillas y humildes con el tiempo que nos permite repetirlas una y otra vez se convierten en lo que somos, nuestras decisiones, nuestro poder resulta así ser sencillo y humilde.


Sí, tenemos mucho por hacer, tenemos que agilizar el paso, tenemos que responder ante múltiples instancias de forma urgente, pero también es cierto que no podemos invocar un poder milagroso, los milagros solo son milagros porque son independientes de nuestras cuitas, que las demandas y la urgencia de las necesidades no nos van a convertir en súper-seres. Dejad que crezcan las demandas todo lo que quieran, es vano preocuparse por eso cuando lo que nos es propio es lo otro, el tiempo que tenemos y nuestras maneras de actuar.



5 de junio de 2021

¿Cómo no ser amables al entrar a aquella noche buena?

Preludio:

La superficie metálica de color blanco resplandece a la luz del sol dentro de un fondo oscuro estrellado, un fondo estrellado distinto al que se ve desde la tierra, sin la distorsión que produce la atmósfera. De repente, ahora es posible ver un mujer con un traje espacial atada a la nave a través de un cordón de vida.

Hemos salido de la tierra, hemos salido de nuestro país de origen, alguna vez cuando el mundo era más pequeño, lo atravesamos para ir a vivir a otra parte. Además, un niño descubre por primera vez la inquietud de su mascota por salirse de su casa, por saltar la cerca, la frustración de no poder garantizar la seguridad de la mascota por fuera de la casa y la pregunta ¿por qué querer salirse si tiene todo en la casa?

Dos recortes de poemas:

Do no not go gentle to that good night

Dylan Thomas, Do not go gentle into that good night, lo traduzco como "No seas amable al entrar a aquella noche buena"

Porque a la riqueza miro de perfil
mas no con odio

Raúl Gómez Jattin, El Dios que Adora

Episodio 2 de la temporada 4 de The Crown «The Balmoral Test»:

La princesa Margaret le sugiere a Thatcher que use un poco de perspectiva para abandonar un poco de su obsesión al trabajo por placeres más aristocráticos como los juegos de salón y la caza.

Texto principal:

Por el pecado de movernos, pareciera que nos tocase pagar una penitencia y es la sumisión a la lógica del movimiento. La predicción constante del futuro y la continua actualización de trayectorias sobre los objetos que nos rodean para asegurarnos de no tropezar con ellos. A su vez descifrar la lógica a la que nos tenemos que someter por ser humanos tal vez requeriría un esfuerzo sobre-humano. Sin embargo, algo se puede decir al respecto, seguramente no es la única lógica y deseamos trascenderla. La existencia de ese deseo, independiente de su satisfacción o frustración, da luces hoy sobre cómo poner en perspectiva la vida

Debajo del banner del blog lleva como por diez años la frase "que cada paso hacia adelante sea una celebración de la vida", esta nueva entrada en el blog, después de lo que pareció una eternidad, es una pequeña rebelión a esa frase y a su vez una reafirmación. La lógica de la vida puede que no sea la lógica de muchos seres, la tragedia como característica esencial de la vida humana puede ser señalada como simplemente "demasiado" por algunos: ¿inmadurez? tal vez, pero es inmadurez condicional a la vida humana; ¿el éxito? tal vez, pero condicional a la vida humana; y ¿el fracaso? tal vez, pero condicional a la vida humana.

Esta entrada del blog es re-afirmación de esa frase porque resalta la parte de celebrar. Una celebración no es una actividad trivial, no es admiración ni tampoco sumisión, una celebración tampoco tiene que ser placer ciego, la celebración de la que habla esa frase siempre ha sido un poco de armar una parranda a propósito o en consideración de la lógica de la vida. 

A la vida y su pérdida hay que mirarla de perfil, no tomársela demasiado en serio (debo aclarar que muchas personas dicen exactamente lo contrario), su lógica puede que se nos antoje paupérrima. Así, el deseo de salirnos de la vida (ojo, esto no es lo mismo que morir, es más bien trascender a su lógica y moverse a otra) puede ser un hecho que es producto de nuestra capacidad de explorar y de salirnos de nosotros mismos, de que podemos contemplar a esa cosa gigante que es la vida con perspectiva, y señalar sus matices de grises, pero no bajar la cabeza ante sus multitudes de sentidos. Esto puede lanzarnos a reconocer que hay más sentidos que nos permiten ser conscientes que algunas cosas pudieron ser distintas, que pudimos ser distintos, que no todo tiene que ser contingente y que algunas cosas tienen que ser contingentes. Celebrar la vida es tener la compasión para no ser amables al entrar a aquella buena noche; es señalar con nuestro dedo índice a la vida como si fuese algo externo a lo que somos, como si todo el cuento no estuviese reducido a sus dinámicas, porque imaginamos otros mundos posibles.

Gracias a Kashiwagi, hermano -personaje de la Novela de Genji de Murasaki Shikibu- y a mi vientre materno, madre, por dónde salí de mí mismo.