13 de febrero de 2016

Las rupturas en la superficie



File:Spring freshet and ice break-up 1936.jpg
Dominio público. Wikimedia Commons.
Los seres humanos somos una construcción de rupturas. Una grieta se agrega a nuestra existencia cada vez que nuestra dirección se ve afectada por el medio, cada vez que nos faltó algo; cuando en el camino se produce un bifurcación jamás esperada y nos toca cambiar de rumbo.

Pocas grietas son más sobresalientes que aquellas que se forman cuando nos enfrentamos ante la imposibilidad de realización de un anhelo.

Pero, dejemos a un lado las grietas para prestar atención a lo que se encuentra entre estás, ya que es lo que nos permite funcionar (en caso de que se pueda aplicar este verbo a los seres humanos). Entre las grietas hay movimiento. Si el sistema que estoy imaginando no tuviera movimiento no queda casi vida. 

El movimiento no dejará de persistir, a pesar de los conflictos, mientras no permitamos que las rupturas nos rodeen e imposibiliten el paso.

Todos al tener conflictos internos y externos –vivir- estamos fluyendo entre el espacio que dejan nuestras cicatrices, el espacio que dejen para el movimiento. Para ello hay que ignorar los lugares por los que no podemos transitar y concentrar nuestra atención en los caminos más esperanzadores, lejos de los obstáculos del pasado.