21 de julio de 2019

¿Qué pasa si el cambio climático, por culpa nuestra, provoca desplazamientos masivos, violencia y catástrofes en todo el mundo?

No he leído mucho al respecto, pero creo que es muy probable que a medida que pase el tiempo la fuerzas naturales en la biósfera nos genere cada vez mayores dificultades.

Tal vez el cambio climático en los próximos siglos sea la noticia más importante, sin parangón en toda la historia de la humanidad. Al menos así debe ser, porque el cambio climático, entre sus muchas aristas, nos debe llevar a plantearnos la pregunta sobre quiénes somos, no a nivel individual donde la pregunta se desfigura, sino en el nivel correcto, este es, como especie.

No he leído al respecto, pero creo que hay especies donde la pregunta a nivel individual sea más relevante, sin embargo, los seres humanos indudablemente no son organismos aislados de los otros seres humanos, como si podría pasar en mayor grado en otras especies. De hecho, no hay seres humanos sin los demás seres humanos.

Un punto donde podemos reflejar nuestra carencia de individualidad son los conceptos, arquetipos y modos de vivir que vienen de alguna parte de la sociedad y en algún momento se esparcen el resto de la sociedad. Así, llegamos a un mundo lleno de estos conceptos, arquetipos y modos de vivir y su presencia es tan frecuente que nos obligan a definir una posición en términos de estos. Luego, para construir una imagen de sí mismo usualmente es imposible saltarnos estas ideas que los seres humanos han construido y esparcido, y se sienten como un fenómeno colectivo en verdad.

Bueno, yo creo que el cambio climático nos colocará bajo una presión inmensa para renovar una vez más la eterna pregunta sobre quiénes somos. Esto es así porque si el cambio climático, por culpa nuestra, provoca desplazamientos masivos, violencia y catástrofes vamos a demandar explicaciones sobre cómo fue que todo esto pasó o dejamos que pasara.

A pesar de los múltiples modos de cooperación y apoyo mutuo que hemos inventado, la contaminación del planeta tierra es un problema que tal vez supera nuestras capacidades. Si es así, me gustaría que aprendiéramos a perdonar las generaciones pasadas porque de esta manera podemos aceptar nuestros límites. Me parecería muy extraño y bello que respondiéramos con éxito a todos los retos que el ecosistema, nosotros mismos y el universo nos van a colocar una y otra vez. No creo que seamos óptimos a las condiciones del planeta tierra ni tampoco por fuera de éste. En ese sentido, debemos reconocer que el universo es más grande que nosotros y que la vida es mucho más que seres humanos.

Si se realiza el peor de los escenarios donde gran parte de la población humana del planeta desaparece luego de haber sufrido, comenzará otra era. Aunque algunos salgan indemne y puedan adaptarse con facilidad al cambio climático, tal vez los más ricos, algo se habrá perdido para siempre. Es posible que, aunque salven a unos pocos, como especie desaparezcamos. Esto porque si erradicamos hasta no más poder la diversidad de idiomas, formas culturales y de representación a las que hemos llegado para inventarnos una vida humana, sin duda alguna, perderemos una característica fundamental del ser humano contemporáneo. Así es como perdemos al ser humano contemporáneo.

Luego de que perdamos en un juego con nosotros mismos , ¿cuál será nuestra carta de despedida? Es posible que sea derrotismo, un odio intenso hacia un grupo de personas con ideas equivocadas y en gran medida responsables, no fuimos lo suficientemente buenos y amorosos para merecer el universo, etc. Sin embargo, existe una carta o actitud que prefiero.

Es cierto que podemos imaginar lo imposible y no descansar hasta hacerlo posible. Es cierto que podemos re-inventarnos una y otra vez y salir como especie e individualmente de mundos llenos de maldad. Tal vez incluso estaba dentro de nuestro alcance evitar las catástrofes, pero lo dudo en caso de que ocurra. Esto es así porque debemos reconocer los límites de nuestra especie, nosotros fuimos una propuesta más de solución para preservar la vida en el universo. Dado que existimos por un tiempo, la propuesta fue compatible con nuestro entorno por ese tiempo pero si deja de existir es porque dejó de ser compatible con las necesidades particulares del lugar que ocupamos en la naturaleza.

Si llegamos a ser incompatibles con el lugar que habitamos, ¿a quién hay que hacer responsable? Seguramente no es al entorno que suele seguir reglas independientes de nuestra voluntad. Sin embargo, como especie, ¿podemos cambiar nuestra forma de habitar el mundo lo suficientemente rápido para volver a ser compatibles? ¿está eso al alcance de nuestro voluntad?

Mi posición es que debemos preparar las respuestas. Es decir, no descartar el escenario donde no esta al alcance de nuestra voluntad individual cambiar lo que somos como especie de forma rápida. Ese escenario esta ahí para ser pensado y analizado con cuidado. Es de seres humanos re-inventarse una y otra vez pero también es de seres humanos reconocer los límites de nuestras capacidades y desarrollar la compasión necesaria para perdonar.

Es así, como debemos volver a lo que creemos bueno en nosotros. Cuando el atardecer llegue, debemos ser capaces de asumir nuestros errores y distinguir entre lo que estaba a nuestro alcance y lo que no. No llorar sin consuelo sobre la leche derramada sino estar orgullosos de nuestra identidad como especie. Tengo el presentimiento de que podemos encontrar algo de estar orgullosos, a pesar del atardecer, si buscamos bien.