7 de marzo de 2022

Un manifiesto joven

Salvedades hechas sobre el lugar que uno ocupa y los múltiples lugares de los que uno este ausente

No negociaré con la posmodernindad

Me sentiré desgraciado, dolido y tendré una vejez maltrecha si así ocurren las cosas

No voltearé los sentidos de la verdad para establecer una armonía que les resulte comoda

No seré un traidor de los de mi clase

 

Me detendré en cada una de mis dichas

Como no puedo negar mis desgracias, tampoco puedo negar los momentos expansivos

Los momentos donde se alcanzan las estrellas y los planetas

Los momentos en los cuáles el espacio y el tiempo hacen parte de mí tanto como yo de ellos

La verdad es el terreno sobre el cuál crecerá el árbol privilegiado del cual brotan las hojas de victoria

 

Mis apuestas no serán endebles

Mis apuestas serán por todo lo que me corresponde

Lo que me queda justo


Esto no puede encontrarse en las trincheras de la muerte, la mezquindad y la desidia

No encontraré mi justicia en el miedo que inspira las sucesivas tormentas


¿Me buscas? Estaré enfrente del mar, mi mirada en las estrellas y mis pies en la arena todavía caliente de la playa

Estaré perdido entre las hojas de una enciclopedia

Navegaré las aguas de las ficciones osadas

O estaré delimitando los contornos del siempre elusivo tejido social

Exploraré los hilos que nos unen y que nos separan


Todo esto lo reclamo y reclamaré siempre

Las trampas fantasiosas de los jinetes de la muerte no singnificarán nada para mí

Mi lugar en el mundo no es un hecho a ser cuestionado

No, es una fuente de la que emergen aguas que conducen a la cuenca de la existencia auténtica

Tanto como los mejores lo han hecho antes