26 de septiembre de 2018

Nociones que hacen a 1Q84 una novela a la que se vuelve


La novela 1Q84 de Haruki Murakami es una narración sobre la importancia para el ser humano de pensar por sí mismo, de nuestra continua necesidad de amor y de sentido y de nuestra vulnerabilidad, nuestra dificultad para formar y creer en convicciones propias.
La actividad de pensar en la novela se contrapone al cuestionamiento y la expresión de la individualidad en medio de un grupo de personas. De forma más sutil, los objetos sobre los cuales el pensamiento actúa, los conceptos, se ven representados en lo que el libro llama “daughter”. Las daughter son el ejercicio de la razón abstraído de las emociones, por eso las daughters tienen una forma particular de expresión. En una de las brillantes descripciones de Murakami, explica en qué consiste esta forma particular:

“Ni si quiera parecía haber oído la pregunta. Tal vez hubiera una válvula especial en los oídos que captaba la pertinencia o impertinencia de una pregunta y se abría o cerraba conforme a sus necesidades, igual que las branquias de un hombre pez.” Página 635. 1Q84. Murakami.

El coraje de tomar decisiones propias, que destacan o caracterizan a un individuo, y la expresión de estas decisiones en una comunidad, vistas como el desarrollo de la individualidad, se ven representados en las decisiones que cambian el rumbo de la vida de Aomame y Tengo, los personajes principales de 1Q84. Aomame decide abandonar la comunidad religiosa de su familia, y por eso, ser apartada. Mientras que Tengo decide dejar de vivir con su padre. 

Algunas de las decisiones de Aomame y Tengo, incluso a una temprana edad, son historias sobre el ejercicio del pensamiento en un mundo que solo nos arroja pistas confusas y contradictorias sobre nuestras opciones disponibles, y también sobre nuestras preferencias. En Sobre la Libertad, John Stuart Mill nos ofrece, lo que yo considero, una explicación sobre el proceso que atravesaron Aomame y Tengo:


“El hombre que permite al mundo, o al menos a su mundo, elegir por él su plan de vida, no tiene más necesidad que de la facultad de imitación de los simios. Pero aquel que lo escoge por sí pone en juego todas sus facultades. Debe emplear la observación para ver, el raciocinio y el juicio para prever, la actividad para reunir los materiales de la decisión, el discernimiento para decidir, y, una vez que haya decidido, la firmeza y el dominio de sí mismo para mantenerse en su ya deliberada decisión. Y cuánto mayor sea la porción de su conducta que ha regularizado según sus sentimientos y su juicio propios, tanto más necesarias le serán estas diversas cualidades.” J.S Mill. Sobre la Libertad. Capítulo tercero: De la individualidad como uno de los elementos del bienestar.

La acción de pensar se ve desglosada y ejemplificada a través del personaje Ushikawa, este genera desagrado por su aspecto físico, por eso, entre otros motivos, se vio abocado a vivir de pensar con cuidado, con ese hábito se desempeñó como abogado y luego investigador. El pensamiento en Ushikawa es representado junto con las emociones, con los miedos y demás aspectos que influencian el comportamiento humano. El personaje de Ushikawa transmite la idea de que el pensamiento, el ejercicio de la razón, no es la única dimensión humana relevante, existen otras dimensiones que están ausentes en Ushikawa, y que son las que llevan a Tengo y Aomame a alcanzar su tan añorado objetivo.

Además de pensar, otro concepto transversal a toda la obra son los vacíos. Los vacíos son la noción que utiliza Murakami para explicar el desarrollo de ciertas historias. Los vacíos que se crean explican los movimientos en las historias de los personajes, una tragedia, emociones fuertes, acciones que se recuerda para toda la vida, que generalmente tienen que ver con la violencia -la guerra- traen una serie de consecuencias que, a su vez, como en una cadena, sirven como causa a otros efectos sobre la trama.

Los vacíos en Murakami se caracterizan por provenir del pasado o por fuera del presente y del alcance de los personajes, sin embargo, sufren las consecuencias de estos, y se adaptan a ellos. En Kafka en la orilla, en el horizonte de los sucesos de la narración siempre está presente un pasado trágico y misterioso, que supera la vida de los personajes que lo descubren. Este horizonte se retoma de vez en cuando en la narración, pero siempre está presente en la medida que intuimos que lo que ha pasado allá lejos, configura el presente, es decir, afecta lo que les pasa a los personajes.

El concepto de vacío se adapta a lo que quiere transmitir Murakami por una simple razón: los vacíos necesitan ser llenados y, a su vez, este proceso hace que el vacío se “traslade” a otra persona o a otra dimensión, esto se repite continuamente hasta que otra fuerza, igual o más poderosa a la que creó el vacío en su comienzo, reprime por completo el vacío. Para Tengo y Aomame, esta fuerza es su atracción mutua, que logra contrarrestar los vacíos que llegaron a sus vidas desde lejos, desde el horizonte.

Los vacíos y el desarrollo de la narración pueden ser percibidos en Murakami dentro de un ambiente donde existen “fuerzas” que determinan, pero no completamente, los acontecimientos. Por eso, los vacíos que provienen de afuera de la vida de los personajes son compensados con las fuerzas interiores de las personas. Las fuerzas interiores más notables en la novela fueron escribir para Tengo y proteger a otros para Aomame. Una vez más, John Stuart Mill nos explica desde el siglo XIX, lo que sucede en 1Q84:

“La naturaleza humana no es una máquina que se puede construir según un modelo para hacer de modo exacto una obra ya diseñada; es un árbol que quiere crecimiento y desarrollo en todos sus aspectos, siguiendo la tendencia de fuerzas interiores que hacen de él una cosa viva.”

El ambiente lleno de fuerzas exteriores e internas en la novela de Murakami puede ser visto como un reflejo de un sistema de ecuaciones. Algunas veces me he topado con descripciones en la novela que parecieran corresponder a interpretaciones del mundo motivadas en las matemáticas. Un sistema de ecuaciones establece distintas relaciones entre las variables, por eso al cambiar el valor que toma una variable puede tener consecuencias en todas las demás, debido a la relación previamente establecida. ¿Acaso lo anterior no se parece a los vacíos afectando a las fuerzas que moldean la historia?

Otro ejemplo, es la presentación que hace Tengo del proceso de editar el borrador de una novela. Se puede distinguir un momento, que consiste en añadirle más páginas a la historia y, un segundo momento, que consiste en depurar lo que no es necesario o menos importante. Luego, se vuelve añadirle más apartados al texto y se vuelve a retirar lo que no es relevante. Así, hasta que el proceso “converge”, es decir, el autor no cree que añadirle o quitarle partes al texto pueda mejorarlo de forma significativa. En sistemas dinámicos, abordados a través de ecuaciones diferenciales, se utiliza el concepto de estado estacionario para señalar las características y el punto donde se converge en una situación cuyas fuerzas internas son compatibles entre sí y, por lo tanto, no generan subsecuentes cambios.

La estructura de la novela intercala la historia de los personajes. Por ejemplo, un capítulo empieza con Aomame y el siguiente con Tengo, luego Aomame otra vez. Una visión que me atrae mucho es pensar que pasar de un capítulo a otro son dos movimientos que se contraponen, uno va hacia arriba y el otro hacia abajo, acercándose hasta que se encuentran y se produce el final de la novela. Además de la estructura de intercalado entre capítulos, esto también lo sugiere el hecho que las historias de Aomame y Tengo se van acercando, en términos, del espacio físico que los separa, en las personas comunes que están presentes en la historia de los dos y en el mayor deseo de volver a encontrarse. ¿Acaso este acercamiento entre los dos personajes principales no es un sistema que converge al final?

Por último, uno de los encantos de 1Q84 son las descripciones cuidadosas y llamativas, llenas de referencias a la historia del arte, la literatura y la música, como la siguiente:

“Untaba las tostadas con mermelada con sumo cuidado y tomándose su tiempo, como Rembrandt cuando pintaba los pliegues de la ropa.” Página 626. Capítulo 16. TENGO. Igual que un barco fantasma.

 “Con todo, llevaba tanto tiempo en mi interior que era como si no percibiera su significado”. Página 636. Murakami, Haruki. 1Q84. Tusquets Editores.

1Q84 es un libro sobre el pensamiento y el coraje. En ese sentido, es una lectura que nos invita a llegar a nuestras propias conclusiones sobre la importancia de ser humano, de ejercer nuestras facultades y desarrollarlas en distintas direcciones, en un mundo que no nos da garantía alguna de éxito. En la medida que permite comprender los retos compartidos de nuestra humanidad, 1Q84 es una novela sobre cómo vivir bien, a pesar de los otros y de nosotros mismos.

Dato curioso
1984 es un número que hace referencia al año de fundación de la secta japonesa “Verdad Eterna”, cuyo líder perpetró atentados terroristas en el metro de Tokyo en 1995. 1984 también es el nombre de la distopía de George Orwell. Ambas referencias aluden a la importancia de pensar por sí mismo dentro de una sociedad que te suele invitar a seguir dogmas sin chistar.