Se suele ver la historia de la humanidad desde miles de años atrás pero hoy vamos analizar la historia del presente como nuestros hijos nos estudiaran, todos sabemos que en nuestra época toda la sociedad occidental es particularmente visual es la época que todo entra por lo ojos, especialmente imágenes, todos aquí por ejemplo ven más de 30 minutos de televisión diaria o pasan más de 45 minutos mirando imágenes en Internet, especialmente en nuestra época vemos mucha publicidad que afecta nuestra salud sin darnos cuenta provocando estrés, a través de los múltiples medios de comunicación nos han implantado un modelo de vida.
Enfocados a enriquecer a unos pocos, este modelo de vida de alguna u otra manera esta presente en nuestra vida, este modelo es superficial y por ende dañino para cualquier proyecto de vida, nosotros que estamos en el comienzo de nuestra vida tenemos la oportunidad de evitar errores de los cuales nos podemos arrepentir toda la vida.
Cada vez que consumimos le damos un poco de nuestro trabajo y tiempo de vida a la cadena productiva que lleva a que podamos contar con un bien. Consumir por diversión y no para satisfacer necesidades resultadas de una reflexión conlleva a que decidamos pasar más tiempo trabajando, menos tiempo libre para el ocio. Y durante el tiempo libre es cuando más podemos pensar sobre nuestra propia vida, y qué es lo que queremos verdaderamente. Todo esto se puede superar si vamos más allá de cómo se presentan las situaciones, es decir si tratamos de entender las relaciones causales, los conceptos y demás herramientas necesarias para comprender el funcionamiento interno de un fenómeno.
Enfocados a enriquecer a unos pocos, este modelo de vida de alguna u otra manera esta presente en nuestra vida, este modelo es superficial y por ende dañino para cualquier proyecto de vida, nosotros que estamos en el comienzo de nuestra vida tenemos la oportunidad de evitar errores de los cuales nos podemos arrepentir toda la vida.
Cada vez que consumimos le damos un poco de nuestro trabajo y tiempo de vida a la cadena productiva que lleva a que podamos contar con un bien. Consumir por diversión y no para satisfacer necesidades resultadas de una reflexión conlleva a que decidamos pasar más tiempo trabajando, menos tiempo libre para el ocio. Y durante el tiempo libre es cuando más podemos pensar sobre nuestra propia vida, y qué es lo que queremos verdaderamente. Todo esto se puede superar si vamos más allá de cómo se presentan las situaciones, es decir si tratamos de entender las relaciones causales, los conceptos y demás herramientas necesarias para comprender el funcionamiento interno de un fenómeno.
Dentro del mercado existen tigres como Coca-Cola que utilizando estrategias muy bien pensadas llegan al consumidor no a través del ejercicio de la razón sino de la manipulación de las emociones. Las empresas compiten entre sí para que nosotros intercambiemos nuestra renta por sus bienes.
Para tener más renta en promedio se necesita una dedicación mayor de tiempo. Y nuestro tiempo es finito en la tierra, como seres humanos. Imaginemos que hay un reloj que cuenta cuantos segundos de vida les quedan, muchos deciden una vida mediocre y superficial, es como vivir en una burbuja o como en una cárcel en la cual uno nunca podrá ver más allá de un minúsculo campo de visión. Las personas que escogen esta vida superficial que aparentemente la disfrutan. La publicidad y la competencia por tener productos más adecuados tiende a difundir el pensamiento de entre más tienes más eres. Es lo mismo que decir -haz lo que quieras nada importa vive la vida disfrútala, consume-. ¿Pero eso en verdad nos enriquece como seres humanos?
El debate del placer llega hoy a nuestras vidas será que todo esta en disfrutar y sonreír, es muy importante que fijemos en nuestra consciencia nuestro punto de vista porque sobre esta decisión se va a basar nuestra vida aunque queramos o no. ¿El placer por el placer, el vivir por el placer?
La superficialidad funciona como un virus que está azotando a la humanidad. Nosotros no podemos convertirnos en unos títeres de los intereses de unos cuantos. La invitación es rechazar una vida en la que el placer sea el fin de todos los actos. Los seres humanos nacemos para amar y ser amados, por eso es esencial identificar que es lo que soy, y en que estamos gastando nuestro tiempo. ¿Qué hacemos con nuestra vida? Muchos quisieran un cupo para vivir, muchos no alcanzan a nacer, otros no pueden vivir si nacen en un lugar marginado. ¿De qué depende nuestro sentido de satisfacción? ¿Del departamento de mercadeo de una empresa X?
Para mayor información:
"El psiquiatra granadino Enrique Rojas expresó bien en su visión del hombre light: «Es una persona superficial que tiene cuatro ingredientes: hedonismo (placer y más placer), consumismo (tanto tienes tanto vales), permisividad (haz lo que quieras) y relativismo (nada tiene importancia)». 2007-Esp."
"Nuestras mentes se ajustan por completo al patrón del placer, y la vida no es mero placer, obviamente. Pero nosotros deseamos placer. Eso es lo único que de veras buscamos honda y secretamente en lo interno. Procuramos obtener placer de todas las cosas, y el placer, si uno lo observa, no sólo aísla y confunde a la mente, sino que también crea valores que no son genuinos ni reales. Por lo tanto, el placer engendra ilusión. Una mente que busca el placer, como casi todos lo hacemos, no sólo se aísla sino que, invariablemente, tiene que hallarse en un estado de contradicción en todas sus relaciones, ya sea en su relación con las ideas, con las personas o con la propiedad; por fuerza tiene que vivir siempre en conflicto. Ésa es, entonces, una de las cosas que hemos de comprender: que nuestra búsqueda en la vida es, fundamentalmente, la exigencia, el impulso, el anhelo de placer"
Lo que importa es comprender el placer, no tratar de librarse de él, lo cual es demasiado tonto. Nadie puede librarse del placer. Pero es esencial comprender la naturaleza y estructura del placer, porque si la vida es tan sólo placer y si eso es lo que uno desea, entonces con el placer vienen la desdicha, la confusión, las ilusiones y los valores falsos que creamos; por lo tanto, no hay claridad. Es un hecho simple: tanto psicológica como biológicamente buscamos placer y queremos que toda relación se base en él; por esto, cuando la relación no es placentera hay una contradicción, y entonces comienzan el conflicto, la infelicidad, la confusión y la angustia.
Obras Completas, volumen XV
París, 23 de mayo de 1965 Krishnamurti
