15 de agosto de 2012

Del tiempo futuro

Nuestra sociedad siempre se ha dejado dominar por la ambición de poder y del miedo hacia la extinción, producto innato de nuestra existencia como humanidad, pero después de ires y andares a través del tiempo nos ha demostrado actualmente que nuestra vida y supervivencia depende bastante del apego que tengamos a los instintos de poder y lujo, me refiero al conocimiento actual sobre las múltiples posibilidades que tiene el universo para acabar con nuestra existencia, para hacer caer en cuenta que la existencia la debemos defender y tratar de preservarla el mayor tiempo posible porque de otra manera nuestro andar sobre el tiempo no tendrá valor alguno, independientemente de las verdades en las que creemos debemos reconocer que la ciencia nos ha demostrado el riesgo al que continuamente estamos sometidos: a una extinción de la humanidad, el sentimiento debe ser compartido por todos: el principal y único enemigo del hombre es la destrucción ya sea provocada por sí mismo como factores externos. Entonces sobre nuestros propios intereses debe surgir el sentimiento de auto-protección, para poder extender la familia humana lo más posible en el tiempo. Primero debemos aniquilar los riesgos más cercanos y ridículos de nuestra autodestrucción, sobretodo debe procurar un sentimiento de amistad hacia nuestro ambiente que nos provee la vida, y exterminar todo riesgo de extinción por parte de las guerras, después debemos enfocarnos en estudiar y procurar conocer más sobre el universo en que vivimos, para poder lograr los suficiente conocimiento para llevar a cabo una colonización de nuestra galaxia, para aumentar las probabilidades de supervivencia. Pero no podremos lograr algo avanzado sin primero colocar el primer paso, debemos caer en cuenta de la importancia de los factores que hacen posible nuestra existencia y cuidarlos muchos. Tenemos las herramientas para un futuro lleno de gracias pero esto depende de que tan inteligente podrá ser la humanidad de manipular las herramientas de su salvación.